Concepto
y funciones
El
fruto ha sido definido tradicionalmente como el órgano, procedente de una flor,
en el que están contenidas las semillas hasta que estas llegan a la madurez.
En
palabras de Fuentes (1998) se suele definir el fruto como el ovario
desarrollado y maduro, una vez que se ha verificado la fecundación de los
óvulos. La semilla es el óvulo fecundado y maduro. Así como el ovario tiene por
misión principal proteger al óvulo, el fruto tiene por misión proteger a la
semilla hasta su completa maduración. Durante el proceso de maduración, los
estambres y los pétalos se caen, los estigmas se marchitan, y los sépalos unas
veces se desprenden, otras se marchitan, y otras se conservan o se hacen más
grandes.
Foto cedida por Svatava Ryšavá |
La
formación del fruto y de la semilla es consecuencia de la fecundación, sin
embargo, hay frutos que no tienen semillas porque los frutos se han formado sin
previa fecundación del óvulo.
García
y col. (1988) afirman que tras la polinización y la fecundación de la oosfera
comienza el desarrollo del embrión y la formación de la semilla a partir del
óvulo. A su vez se producen cambios en la flor que conducen a la formación del
fruto.
El
periantio y los estambres se marchitan y caen por lo general, y el estilo se
seca excepto en las especies en que interviene en la dispersión del fruto. El
ovario, sin embargo, aumenta de tamaño y presenta modificaciones histológicas
algunas de las cuales tienen como consecuencia el desarrollo de dispositivos
que facilitan la dispersión de las semillas.
Santamarina
y col. (2004) puntualizan que el fruto se desarrolla generalmente a partir del
gineceo, pero que pueden participar en su formación otras partes de la flor
fecundada, tales como el receptáculo, los tépalos, etc. Cuando se da este caso
de que la formación del fruto participen otros órganos, aparte del gineceo, se
le denomina pseudocarpo o falso fruto. En muchas plantas como algunas
variedades de Vitis, Citrus y Musa, se forman frutos llamados partenocárpicos,
los cuales se desarrollan sin que tenga lugar la fecundación previa. Los óvulos
o primordios seminales, en estos casos, no se transforman en semillas.
Según
García y col. (1988) la partenocarpia puede ocurrir sin polinización como en
cítricos, pimienta, tomate, o puede requerir el estímulo de la polinización en
el caso de las Orquídeas. También pueden desarrollarse frutos sin semillas por
aborto de los embriones, en la cereza y uva, aunque en este caso serán
estrictamente partenocárpicos ya que la fecundación está involucrada al inicio
del desarrollo de la semilla.
En
cuanto a sus funciones, no sólo contribuye a proteger y proporcionar nutrientes
a las semillas, sino también a la dispersión de las mismas, sea en forma activa
o pasiva.
Cavero
y López (1994) lo definen como el órgano del cormo esporófito, presente sólo en
angiospermas y especializado en facilitar y asegurar una correcta maduración y
dispersión de las semillas.
Durante
la formación del fruto tiene lugar, frecuentemente, procesos de crecimiento muy
intensos, para lo cual es de suponer que tenga que actuar el sistema vascular
de los carpelos, suministrando los nutrientes necesarios. Así mismo, durante la
maduración de los frutos ocurren cambios fisiológicos muy acusados, que
terminan dando lugar a un gran aumento en la actividad respiratorio, el llamado
climaterio.
Finalmente, para que resulte más cómoda, la forma de búsqueda de la morfología de las plantas, os dejamos un índice enlazado a cada uno de los apartados desarrollados. Deseamos que sea de vuestra entera satisfacción:
RAÍZ
- Partes
- Clasificación
TALLO
- Partes
- Clasificación
HOJAS
- Partes
- Clasificación
INFLORESCENCIA
- Partes
- Clasificación
FLOR
- Partes
- Clasificación
FRUTO
- Partes
- Clasificación
SEMILLAS
Bibliografía:
CAVERO,
R.; LÓPEZ, M.L. (1994). Introducción a la Botánica. Editorial Eunsa. Pamplona.
172 pp.
FUENTES,
J.L. (1988). Botánica Agrícola. Editorial Mundi-Prensa. Madrid. 261 pp.
GARCÍA
LUIS, A.; SANTAMARIANA SIURANA, P. (1988). Morfología vegetal. Universidad
Politécnica de Valencia. 168 pp.
SANTAMARINA,
P.; VILELLA, V.; ROSELLÓ, J.; GARCÍA, F.J. (2004). Biología y Botánica. tomo I.
Editorial UPV. Valencia. 298 pp.
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