El
término se encuentra surcado por el río de Chelva o Tuéjar, que pasa al sur del
casco urbano, y el Turia, situado más al sur. El primero forma una fértil vega,
mientras que el segundo presenta un encajonamiento que hace difícil su cultivo.
El resto del término presenta formaciones montañosas bastante abruptas,
pertenecientes al Sistema Ibérico y dentro de éste, a los Macizos del
Javalambre y Sierra de Utiel. Podemos también destacar las Sierra de Alcotas,
la Sierra del Toro y el Pico del Remedio.
El
término presenta una importante masa forestal, de Pinus halepensis, que ocupa
algo más de 14.000 ha de propiedad en su mayoría pública, patrimonial del
Ayuntamiento, y declarada de Utilidad Pública.
En
el término de Chelva se puede reconstruir a la Prehistoria a partir de los
restos arqueológicos de yacimientos Neolíticos, de la Edad del Bronce, pasando
por importantes asentamientos ibéricos y romanos, de los que resta, aparte de
algunas villas rústicas, el Acueducto de Peña Cortada.
Alcanzó
gran importancia durante la dominación musulmana. En 1194, fue conquistada por
Pedro II de Aragón, que la tuvo en su poder hasta 1214. Recuperada por los
árabes, fue tomada por las tropas cristianas en 1238, sufriendo la rebelión del
caudillo árabe Al-Azraq.
Durante
la reconquista, producida en el año 1237, se menciona la donación por parte del
rey Jaime I a don Pedro Fernández de Azagra (Señor de Albarracín) de los
castillos y villas de Altura y Chelva, así como las alquerías de Cárcer y
Gátova.
Repoblada
de cristianos, en 1390 Juan I de Aragón la instituyó cabeza del vizcondado del
mismo nombre, donándola a Pedro Ladrón de Vilanova, a cuyos descendientes
otorgó Felipe II de España título de condes de Sinarcas en 1597, y de manos de
los cuales pasó a ser de los duques de Villahermosa.
En
Chelva convivieron las tres grandes culturas de nuestra civilización:
musulmanes, judíos y cristianos, que cohabitaron pacíficamente, en un ambiente
de tolerancia hasta el siglo XVII.
Durante
las Guerras de las Germanías la ocupó una columna de agermanados. En las
Guerras Carlistas estuvo varias veces en poder de las tropas del pretendiente,
siendo fortificada y convertida en hospital por Cabrera en 1839.
Un pueblo con mucha cultura , interesante
ResponderEliminarMás que cultura con mucha historia, es el pueblo de mi padre. Pero cultura también tiene, por supuesto.
EliminarVale,historis quería decir, pero cuando busco la palabra adecuada no me viene, pero gracias por recordarmela.un abrazo
ResponderEliminarPara eso estamos los compañeros para ayudarnos, a mi me pasa igual, y es horrible porque sabes que quieres decir pero no sabes expresarlo. Otro abrazo para ti
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