ME
PREGUNTAN, NO INESPERADAMENTE
Me
preguntan, no inesperadamente
por
qué escribo.
Sé
lo que debería contestar:
Escribo
porque amo
a
la humanidad y quiero
que
mejore la situación de los hombres y
que puedan vivir juntos
en
paz, libertad e igualdad.
Con
mis poemas quiero en la medida
de
mi escaso talento, contribuir a alcanzar
esa
noble meta.
Foto cedida por Jetro Tirri |
Pero contestar de esa manera
sería
pura palabrería.
Escribir
es hundir la mano
en
tinta, en alquitrán o en tinta de imprenta
y
estamparla en una pared
por
amor a la impresión,
por
el sólo motivo de la impresión
de
su mano.
Lo
más negro que hay
donde
hundir la mano
es
la miseria del mundo.
Lars Huldén
Jo! Que profundo y que verdad...
ResponderEliminarMuy realista y sin rodeos de palabrería. Me gusta.
Cierto
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