La
secuoya es una conífera que se caracteriza por su extraordinario tamaño. De
hecho, es el ser vivo más grande del planeta, por su longevidad y por la
calidad de su madera. Son los árboles de mayor altura de la Tierra.
Se
conocen dos especies de secuoyas, de género distinto, que principalmente viven
en estado silvestre en California y se plantan en los jardines de casi todo el
mundo desde hace dos siglos.
Foto cedida por Vicente Kartman. Estados Unidos
Estas
dos especies existen en el famoso parque de Yellowstone. Son la Secuoya Roja,
Sequoia sempervirens, que alcanza los 95 metros de altura con un follaje color
tejo, con gruesas cortezas fibrosas muy resistentes; y la Secuoya Gigante,
Sequoiadendron giganteum, que alcanza los 80 metros de talla y 24 metros de
perímetro en su base, con un follaje escamoso, con gruesas cortezas fibrosas
muy resistentes.
El
secreto de tantas virtudes radica en su particular forma de crecer. A partir de
una raíz común, su tronco se subdivide en la base en varios troncos que se
crecen independientes, así uno no necesita de los otros para vivir. Pero en el
caso de que uno de ellos sea atacado por una plaga o una enfermedad, la savia
de los otros troncos actúa para salvar la parte dañada.
Un
árbol longevo. De hecho, los individuos más viejos de ambas especies superan
los 4.000 años. Para que crezcan bien tienen que estar en un lugar abrigado,
por lo que debe situarse entre grupos arbóreos para protegerse de fuertes
vientos y heladas. No son unos árboles que requieran de un lugar especial para
crecer, les basta con un suelo profundo, pero puede ser de cualquier tipo.
Foto cedida por Vicente Kartman. Estados Unidos
Secuoya
roja, la de mayor altura. Se habla de Eucaliptus Regnans ya desaparecidos que
han podido pasar de los 130 metros de altura, de Abetos de Douglas ya caídos
que medían 120 metros y más. Pero lo cierto es que, en la actualidad, los
únicos árboles vivos que superan los 100 metros, si exceptuamos un ejemplar de
Abeto Douglas de 100 metros llamado Abeto Brummit, son las Secuoyas Rojas. Y
además no de forma excepcional, en Estados Unidos hay docenas de sempervirens
que superan los 105 metros. La mayor de todas, conocida como Mendocino Tree,
ubicada en Montgomery State Reserve, en septiembre de 1998 midió 112,01 metros,
aunque este record puede caer en cualquier momento porque hay varias secuoyas
con alturas superiores a los 110 metros pendientes de medición definitiva.
Durante
mucho tiempo se consideró al Gigante de Dyerville como la secuoya más alta
(112,08 metros), aunque al respecto hay opiniones contradictorias, y algunos
autores reducen su tamaño a 'sólo' 110,06 metros. Este gigante fue derribado
por el viento en marzo de 1991; tenía 1.600 años de edad. Su tronco caído sigue
atrayendo cada año a miles de turistas.
Foto cedida por Vicente Kartman. Estados Unidos
La
Secuoya Roja es originaria de una estrecha franja situada en la Costa Oeste de
Estados Unidos, desde Oregón a California. Debe su nombre al jefe indio
Sequoyah, inventor de un sistema de escritura cherokee, aunque seguramente este
señor no llegó a ver en su vida una secuoya, pues vivía en Tenessee, a miles de
kilómetros de la costa californiana. Desde el principio, la secuoya fue
sometida a una intensa actividad forestal debido a la calidad de su madera
roja, a su rápido crecimiento, entre los 4 y los 10 años de edad puede crecer a
razón de 1,80 metros al año, y a su gigantesco tamaño, del que se pueden
extraer enormes piezas. En Estados Unidos son muy apreciadas las mesas hechas
con una sola tabla. Además, la sempervirens cortada vuelve a rebrotar del tocón
y es nuevamente maderable al cabo de pocas décadas.
Esta
especie de la secuoya fue introducida en Europa en el año 1843 y, por su alto
valor ornamental, está ampliamente difundida por jardines y parques de todo el
continente. Aunque no han tenido tiempo de alcanzar los enormes tamaños de sus
hermanas americanas, algunas ya apuntan maneras, como el ejemplar situado en el
Castillo de Sotomayor, en la provincia de Pontevedra.
Toda la información la obtenido de aquí y
las fotos me las ha cedido un amigo.
Gracias Raúl, por tanta información de tan impresionantes árboles. No se si conoces el blog de Lisa se llama descubriendo hojas y en alguna entrada hablo de las secuoyas y con unos fotos preciosas, un abrazo.
ResponderEliminarLe echare un vistazo, muchas gracias por informarnos de ello. Yo espero que pronto añadiré más fotos pero esta vez de mi padre.
EliminarPues enhorabuena a tu padre porque están muy bien, abrazos.
EliminarDe momento solo he puesto las de mi amigo Vicente, espero que pronto ponga las de mi padre
EliminarMe ha gustado muchísimo. Impresionante árbol, no lo conocía.
ResponderEliminarGracias por tan importante y valiosa información.
Saludos.
Me encanta cuando le descubro a alguien una planta que no conocía. Me siento feliz.
Eliminar