● Camellia
japonica L.
· Nombres comunes: camelia, camelio común
· Sinónimos más frecuentes: Camellia bonnardii Berl. ex Lem., Camellia mutabilis Paxton, Camellia
tsubakki Crantz
· Familia: Teáceas
· Origen geográfico: Asia
oriental, China, Japón, Indochina y varias islas de esa zona
· Planta:
arbusto perenne, leñoso, muy ramificado, con ramillas lampiñas.
Crecimiento lento. Existen más de 3.000 variedades diferentes de Camellia japonica, número que aumenta
con la aparición de otras nuevas
· Hojas:
anchamente elípticas o elíptico-oblongas, con ápices cortamente
acuminados, con la punta obtusa, base cuneada, margen denticulado o
crenulado-denticulado, de 7,5-12 x 3-4 cm, coriáceas, rígidas, glabras, haz
verde oscuro brillante, envés verde pálido y con verrugas suberosas de color
marrón, con 6-8 pares de nervios laterales algo prominentes; pecíolo de 12,5 mm
de longitud
· Flores:
solitarias, subterminales, sentadas, de color rojo, aunque variables en
la multitud de cultivares. Miden de 7-12 cm de diámetro y con 5 sépalos y 5
pétalos, en general tienen más los ejemplares cultivados. Estambres numerosos
unidos en la mitad o en 2/3 de su longitud
· Floración:
en primavera
· Fruto: cápsula
globosa de 4-5 cm de diámetro
· Longevidad: bastante longevo
· Temperatura: invernal entre 6-8 ºC, sin sobrepasar los 12 ºC en ningún casos, soporta temperaturas bajo cero en periodos cortos. Para la
formación de las yemas florales es necesaria una temperatura alta, de 20-25 ºC,
mientras que para su maduración no se debe rebasar los 15 ºC, ya que, si no, se
caen. A partir de mayo sacar al exterior y poner en sombra
· Exposición: bajo una iluminación indirecta y rechaza los rayos directos del sol
· Suelo y sustrato: necesita sustrato ácido, pH 4,5-5,5, perfectamente drenado, formado a
base de turba y arena en la proporción 4/1 con un gramo de abono por litro de
mezcla y una relación 2:0,8:1,5. Además hay que añadir Ca/Mg en relación 1:3
hasta alcanzar el pH requerido y 0,1 gramos de una mezcla de microelementos.
No se adapta a suelos calcáreos. No tolera las sales
· Abonado: después de la floración y despunte, cuando se aprecie
la yema floral en el ápice de cada rama, a razón de 1 gramo por litro
· Humedad
ambiente: gusta de ambiente húmedo. En
interior, debe colocarse sobre una
manta porosa higroscópica y si se toma la opción de un plato lleno de gravilla
húmeda se debe realizar correctamente, ya que un uso
incorrecto provoca la asfixia de las raíces. Pulverización diaria de las hojas
evitando mojar las flores
· Riego: abundante durante el
período vegetativo y escaso durante el reposo invernal
· Propagación: por esquejes, aunque es de
difícil logro en condiciones domésticas
· Plagas
y enfermedades más frecuentes: entre las de tipo criptogámico, hay que nombrar el
mal blanco; entre los insectos, áfidos y cochinillas
· Otras
recomendaciones: teme la sequedad, tanto del aire como del sustrato, y también los
encharcamientos por agua de riego, por ello poner un buen suelo drenante. A temperaturas inferiores a -5 ºC no sobreviven. Cada
cierto tiempo, se le añade sulfato de hierro, o mejor, quelatos de hierro o
algún abono ácido especial para
camelias o plantas acidófilas
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