Las cosas del destino siempre nos sorprende con lugares que
quizás no teníamos apuntados en nuestras agendas por desinformación. Nuestro viaje a Blanes tenía
dos objetivos señalados el Jardí Botànic
de Marimurtra y Jardí Botànic de Pinya de Rosa que ya hablaremos sobre ellos,
así como disfrutar de sus paisajes y maravillosas playas pero la sorpresa más
grata es la que no te esperas y es cuando nos nombran que en Lloret de Mar
existen estos jardines.
Los Jardines de Santa Clotilde están situados en un paraje
de gran belleza. Sobre un acantilado con impresionantes vistas sobre el mar, se
plantó este jardín maravilloso, verdadera muestra del espíritu que formó el
movimiento novecentista en Catalunya. Nacieron
fruto de la determinación de un eminente personaje de la primera mitas del siglo XX, el marqués
de Roviralta. Raül de Roviralta i Astoul, que fue el promotor más activo del
desarrollo de la asistencia y del
trabajo social en la Catalunya de su tiempo, también dedicó gran parte de sus esfuerzos a la culminación del proyecto de estos
jardines.
La compra de los terrenos se realizó en octubre de 1918 que
correspondían a unas viñas que pertenecían
a la zona conocida como la Boadella.
El siguiente paso era encontrar a la persona adecuada para el diseño del
proyecto y volviendo a las cosas del destino el socio de su empresa farmacéutica
era Ferran Rubió i Tudurí hermano de Nicolau Maria Rubió i Tudurí un prometedor
arquitecto licenciado hacía dos años, quien debía de ser en pocos años un
personaje fundamental de la arquitectura y del paisajismo catalán.
Hubo una preciosa simbiosis entre Roviralta y el joven
arquitecto que fructificó en un intercambio de nociones y estilos muy
interesantes para el resultado final. Raül de Roviralta tenía una idea italianizante
que se debía al conocimiento de la obra
del pintor, arquitecto y diseñador de jardines napolitano Pirro Ligorio
y concretamente los jardines de la villa del cardenal Hipólito de Este en
Tivoli . Por otro lado, se confrontó con
las ideas y y la personalidad en formación de Rubió i Tudurí, que entraba
entonces con la obra del gran arquitecto francés Jean.Claude Nicolas Forestier,
buscando la creación de un lenguaje y un estilo propio.
En 1926, quedó terminado el proyecto diseñado por Rubió i
Tudurí. A partir de ese momento el mismo Roviralta asume la continuación del
proyecto con nuevas plantaciones, decoración escultórica y mobiliario,
asesorado por dos nuevos colaboradores, el pintor Domènec Carles y su esposa,
la escultora Maria Llimona, A continuación
se construyo la primera vivienda de los jardines, bautizada como casa
garage. La muerte de Clotilde Rocamora y el posterior enlace con Odila Arenys,
en 1928, hizo que la casa garage se
convirtiera en la residencia provisional del nuevo matrimonio. Sin embargo, en
1929, se inició la construcción de la casa principal de los jardines, en su
diseño, Roviralta prescindió de toda ayuda que no fuesen sus propios
conocimientos y el consejo de Domènec Carles.
En 1958, se inician las remodelaciones del
jardín con la plantación de nuevos árboles
a fin de sustituir los eucaliptos predadores. En 1972, es declarado Paraje Pintoresco por parte del gobierno español. En 1994, es
declarado Bien Cultural de Interés Nacional
por la Generalitat de Catalunya, y en 1997 se traspasa los jardines de Santa
Clotilde al municipio de LLoret de Mar.
Después de contar un poco la historia de estos preciosos
jardines cuya información ha sido sacada del libro que ha publicado el Ayuntamiento de LLoret de Mar y dicho de paso debía de ser imprescindible esta
documentación para cualquier Jardín Botánico, vamos a comentar detalles que nos
llamaron mucho la atención y todos gratamente. En primer lugar y como bien
comenta el libro el diseño consigue una continuidad entre el jardín y la
naturaleza circundante sin perder la autonomía del espacio. Siendo el mar el
que crea una continuidad rompiendo con el modelo paisajista inglés, que
acostumbra a presentar el jardín aislado de su entorno. Un característica que
llama ponderosamente la atención es que no existe muros de contención que han
sido sustituidos con terraplenes suaves,
oxigenando el jardín y se apela al hecho
natural, escalonan el terreno en terrazas y el cruce de caminos mediante rampas
y escaleras que salvan los desniveles.
El talento de Rubió i Tudurí creó unos jardines de un
estilo muy particular, gracias a la forma en que este supo adaptar el diseño a
la orografía del terreno, mediante un conjunto de estrategias visuales basadas
en los tres elementos principales de los jardines, vegetación, esculturas y
agua. También consigue, mediante un uso de vallas vegetales que conforman
paredes, como la ubicación de elementos particulares como las esculturas, simetrías
y concentraciones visuales como es el caso del precioso descenso dirección al
mar de la escalinata principal. Siendo el mar Mediterráneo y la costa agreste
el efecto visual que genera el diálogo entre los jardines y el entorno.
Hay algo que nos llamó imperiosamente la atención y mira
que se puede pensar que es una tontería pero el uso de la hiedra como
contrahuellas de los peldaños le proporciona un toque muy vistoso. Se trata de
una técnica que integra de forma eficaz las escaleras en el conjunto, naturalizándolas
y transmitiendo una noción unitaria del espacio. Rubió i Tudurí, una vez
experimentada en Santa Clotilde, la utilizará en muchos otros jardines.
En fin, un lugar maravilloso para pasear y disfrutar de una
interesante conversación contemplando el mar en unos jardines que han sabido
mantener a lo largo de su historia una esencia muy definida que se ha guardado
perfectamente hasta la actualidad y aunque estos jardines se insertaron en la
tradición paisajística del modelo renacentista, fue ejecutada desde el
principio con un estilo propio que le convierte en preludio del paisajismo mediterráneo,
siendo los jardines de Santa Clotilde el inicio de este nuevo modelo
paisajístico.
que maravilla,justo lo que me gusta a mi muy bien resumido las características del jardin, sigue aumentando mi lista gracias por seguir enseñándonos tan bonitos lugares.
ResponderEliminarComo me alegra saber que sigo sorprendiendo y deja de apuntar y empieza a visitar querida amiga, que de veras os va a encantar. Besos y abrazos
Eliminarsi,tienes razón,igualmente besos abrazos para también.
EliminarDe nada
EliminarQue lugar tan bello. Me encantaria ver lo un dia.
ResponderEliminarOjala puedas visitarlo un día, es maravilloso. Un abrazo querida amiga
EliminarEs precioso Raúl. Besos y gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra saber que te ha gustado. Besotes
EliminarEs un jardín precioso, no lo he visitado y eso que era mi intención, pero mi visita a Blanes fue corta y me ha gustado mucho ver tu reportaje y las fotos que has hecho. Me gustan este tipo de jardines que guardan armonía con el entorno.
ResponderEliminarUn paseo fantástico, Raúl ¡qué bien!
Besitos.
Pues lo tienes al lado Montse y de veras que es muy muy recomendable. Además lo tienes al lado como aquel que dice. A mi, también me parece que encaja perfectamente como Marimurtra, que también realizare una entrada y me apoyaré en vuestros artículos tan bellos. Un besote enorme
EliminarEl parque magnífico! Estuve allí hace muchos años y ahora veo que él quedó tan hermoso como era!
ResponderEliminarComo me alegro de que sea así, son unos jardines realmente preciosos y me alegra haberte recordado este lugar. Un abrazo
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