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Comienza a notarse que el espíritu
navideño entra poco a poco en nuestros hogares, desde un punto de vista
plantukero mediante el abeto, cactus de Navidad, acebo y, cómo no, la flor de
Pascua; pero es el muérdago, sin lugar a duda, el artífice de la chispa que emana Navidad.
Considerado como una
planta sagrada y mágica en numerosas culturas europeas desde tiempos
inmemoriales.
¿Qué es el muérdago?
Desde un punto de vista más
descriptivo el muérdago cuyo nombre científico es Viscum album, llamado comúnmente muérdago blanco, liga o visco, es
una planta semiparásita perteneciente a la familia de las Santaláceas. Es
nativa de Europa y del Asia occidental y meridional, también de América
Crece sobre las ramas de
diversos árboles, principalmente especies de hoja caduca, como manzanos o
álamos, pero también sobre algunas variedades de pinos. Sus tallos dicotómicos
pueden llegar a medir hasta 1 metro, se dividen desde la base en varios ramos,
desparramados, ahorquillados, cilíndricos y divididos por nudos. Las hojas, de
color amarillo verdoso y entre 2-8 cm de largo por 0,80-2,5 cm de anchura, se
disponen en pares opuestos, lanceoladas, enteras y de textura correosa. Las
flores diminutas, de unos 2-3 mm de diámetro, son dioicas y también de color
amarillo verdoso.
El fruto es una baya pequeña,
verde cuando está inmadura y después traslúcida, de color blanco o amarillo.
Historias, mitos y leyendas del
muérdago
En la Inglaterra de la época
victoriana en la que la costumbre adquirió un misticismo romántico que rozaba
la superstición, si una mujer situada bajo un ramillete de muérdago se negaba a
un beso, no recibiría ninguna proposición matrimonial hasta el año siguiente. Afortunadamente,
esta tendencia ha desaparecido en la actualidad.
Santa
Lucía y el muérdago.
En algunos países del norte de Europa de origen celta existe la costumbre de
quemar muérdago el 13 de diciembre, día de Santa Lucía. El ritual consiste en
quemar el muérdago que se ha tenido colgado dentro del hogar desde la Navidad
anterior para que se lleve todos los males que han ocurrido durante ese año y
se sustituye por un nuevo ramo fresco. Esta tradición viene de la creencia en
el poder mágico de la planta que «está entre el cielo y la tierra».
El
muérdago en la mitología nórdica.
Quien haya visto la serie Vikingos os sonará todos estos nombres de la mitología
nórdica; Baldur, hijo de Odín, no dejaba de tener sueños premonitorios sobre su
propia muerte. Frigg, la diosa del amor y la fertilidad, preocupada por la vida
de su hijo, pidió a todos los seres que crecían en la tierra que jurasen
protegerlo de cualquier daño. Así, Baldur se hizo invencible. Sin embargo, su
celoso hermano Loki, se percató de que el muérdago no llegó a realizar su
juramento ya que no crece sobre el suelo. Esto le llevó a fabricar una flecha
con la planta para matar a Baldur. Algunas versiones cuentan que, tras la
muerte de su hijo, Frigg lloró sin consuelo y sus lágrimas se transformaron en
las bayas blancas de los muérdagos. Al ver su sufrimiento, los demás dioses
resucitaron a Baldur, así la planta fue declarada símbolo de amor y amistad.
Lo importante de todo ello es
que el muérdago tiene algo que lo envuelve que le hace aparentemente mágico y
como decimos en Plantukis, siempre tiene que ser regalado y en nuestra tienda puedes
obtenerlo.
Gran parte de la información se
ha obtenido de un artículo de Interflora y la parte descriptiva de la wikipedia.
Mil gracias y respiremos
Navidad siempre con sentido común.
Hola Raúl. Precioso posts sobre esta preciosa planta, en concreto en mi tierra no hay, pero en otras partes de Asturias es muy abundante. Un abrazo.
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