jueves, 5 de noviembre de 2015

Jägerstöcke, Switzerland

Yo quise subir a una montaña,

pero en su ladera me quedé o estoy,

quizás porque no toque llegar a la cima,

tal vez porque en ella ya no haya ilusión.

 

Yo quise subir a  una montaña,

pero caí en el intento de llegar a su fin,

quizás porque el fin sea la subida misma,

tal vez porque el fin sea seguir y seguir.

 

Yo quise subir a una montaña,

y quiero por qué no llegar a ver su matiz,

poder saborear de cada pedazo de tierra,

oler el monte y no poner pegas para subir.

 

Foto cedida por Charlotte Maria Moroni. Suiza

Yo quise subir a una montaña,

aunque esfuerzo cuesta en su ladera seguir,

pues obstáculos y pegas hay en su camino,

quizás porque la vida sea salvarlos y ver el fin.

 

Yo quise subir a una montaña,

pues en ella veo el reflejo de vida asumir,

al principio, en su pie, la infancia desnuda,

y más tarde la ladera que exige madurez.

 

Yo quise subir a una montaña,

aunque su cima será ya el fin de mi fe,

pues la cima es el final del camino, la llegada,

y en ella sólo queda disfrutar y la vida acabar.

 

Yo quise subir a una montaña,

aunque quizás en la ladera me quedé,

tal vez no he subido lo suficiente,

para darme cuenta que existe belleza y saber.

 

Yo quise subir a una montaña,

y tal vez sin fuerzas lo hago sin un porqué,

quizás porque sea eso la misma existencia,

para saber que su subida es un inmenso placer.

 

 

Rosa Mª Villalta Ballester

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