Ryōan-ji, 龍安寺 o 竜安寺? El templo del dragón tranquilo y
pacífico, es un templo Zen situado en Kioto, Japón. Forma parte del conjunto de
Monumentos históricos de la antigua Kioto, ciudades de Kioto, Uji y Otsu,
declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. El templo
fue creado por la escuela Myoshinji de los Rinzai, pertenecientes al Budismo
Zen.
Dentro
de este templo existe uno de los karesansui, jardines secos, más famosos del
mundo, construido a finales del siglo XV, en torno al 1488. El creador de este
jardín no dejó ninguna explicación sobre su significado, por lo que durante
siglos ha sido un misterio descubrir el verdadero sentido o el porqué de su
gran belleza.
Se
trata de un jardín rectangular construido frente al edificio principal. La
composición utiliza arena rastrillada, musgo, y rocas. Existe un predominio de
formas alargadas colocadas en paralelo a la posición del edificio.
Los
tres lados restantes están cerrados por muros, lo que junto a la línea inferior
de la plataforma desde la que se debe contemplar el edificio, permite acotar la
visión del jardín en un marco longitudinal.
El
jardín se ubica frente al salón Hojo, en el extremo sur, como una extensión del
salón perteneciente al abad.
En
total hay 15 piedras dispuestas en 3 grandes grupos. El primero comprende las 3
rocas de más a la derecha. El segundo, las 5 siguientes, y el tercero, las 7
restantes. En cada grupo destaca una piedra mayor que las demás. El musgo se
utiliza como base de algunos grupos para dar unidad.
Existe
una idea de movimiento, según miramos los grupos de derecha a izquierda, se van
volviendo cada vez más dispersos, hasta llegar a las últimas dos piedras que no
tienen musgo. No se puede ver todo de un sólo vistazo, hay que ir moviendo la
vista.
Durante
muchos años se pensó que la mejor interpretación del sentido de la disposición
de las piedras en el jardín era el de una especie de Tigre cruzando un río. En
el 2002, unos científicos de la Universidad de Kioto utilizaron ordenadores
para buscar formas usando la disposición de las zonas vacías del jardín en vez
de la disposición de las piedras. El resultado es que encontraron el patrón de
un árbol escondido dentro de la estructura del jardín. Dicen que por eso es tan
placentero presenciar el jardín, nuestro subconsciente capta el patrón del
árbol sin que lo notemos.
La
fotografía de portada es propiedad de Masaaki Komori obtenida a partir del
Flickr.
Que maravilla de jardín,me encanta sus coloridos,etar alli es como evadirte en el tiempo y olvidarte de que existe otro mundo diferente.
ResponderEliminarUn jardín muy especial.
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