El
gato, animal curioso donde lo haya no pudo resistirse a preguntarle a la bella
flor,
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¿Cómo te llamas?
- Me llamo Lilium, algunos me conocen como como Lirio y otros muchos como Azucena, dijo sonriendo la flor.
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¿Y de dónde vienes?, curioseo el felino
- Hay quien piensa que soy el brote de las lágrimas de Eva cuando ésta, una vez que había sido expulsada del Edén, se dio cuenta de que estaba embarazada. Otros, aseguran que soy fruto de las gotas de leche que la diosa Hera dejó caer cuando estaba amamantando a su hijo Hércules. Nada menos y nada más, yo soy modesta y solo sé que soy un color más con el que se pinta la naturaleza.
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¿Representas algo? dijo el gato ya muy entusiasmado.
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Dicen que soy símbolo de pureza, por ello hoy en día incluso me cultivan para
poder estar en muchas celebraciones como las bodas.
El gato le ronroneo a la flor y con un suspiro se le quedo mirando.
Magnifico amigo Raúl. Unas preciosas flores, no es para menos que el gato se quede sorprendido ante tanta belleza.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo.
Gracias Juan!!!
EliminarPrecioso Raúl. No es de extrañar que el gato mire a los Lilium, son maravillosos. Besos.
ResponderEliminarTiene buen gusto el gato
EliminarMuy bonito Raúl, me ha encantado. Un beso.
ResponderEliminarBesos
EliminarQue bonito relato para una flor preciosa. Las azucenas son fabulosas, y huelen tan bien!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Raúl!
Su fragancia es cautivadora
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