viernes, 5 de julio de 2019

Jane Colden


Jane Colden

Considerada la primera botánica estadounidense por Asa Gray en 1843.
Su trabajo fue el único realizado por una mujer que está incluido en la obra maestra de Linneo
Species Plantarum (1753).
Nacida el 27 de Marzo de 1924 en Nueva York
Fallecida el 10 de Marzo en Nueva York



Vida y obra

Segunda de diez hermanos en una familia acomodada de Nueva York, su padre era  Cadwallader Colden, 1688-1776, médico formado en la Universidad de Edimburgo. Debido que en aquellos tiempos no había escuelas públicas donde vivían, de pequeña recibió una esmerada formación en casa, que superó por mucho a la de la mayoría de las jóvenes de su tiempo, gracias esencialmente al vigoroso estímulo de su padre. La rica biblioteca científica familiar propició que leyese diversos trabajos, entre ellos los de Linneo que su progenitor había traducido del latín al inglés, y que alcanzase así una excelente formación.



Desde muy joven mostró gran afición por la lectura y el aprendizaje. Aunque las limitaciones propias de su época le impidieron viajar y emprender importantes recolecciones, fue capaz de salvar la situación estudiando todos los libros de botánica y jardinería que tenía a su alcance. Aunque sólo se internaba en los bosques y campos de los alrededores cuando iba acompañada, se las ingenió para que amigos y vecinos le trajesen todos los ejemplares vegetales de interés que encontrasen, ampliando así su rica colección.

A  principios de la década de 1740 y a lo largo de más de veinte años, estudió minuciosamente la vegetación del territorio en que vivía. En 1757, Jane Colden ya había descrito y dibujado cerca de 350 plantas locales y era una experta en identificar y clasificar las especies vegetales indígenas de Nueva York y alrededores. Con notable maestría plasmó su trabajo en un precioso manuscrito sobre la flora de Nueva York, incluyendo cuidadosas descripciones morfológicas tan detalladas y precisas que indicaban que sus observaciones procedían de especímenes reales. Asimismo, fue capaz de idear nombres comunes para muchas plantas y de elaborar una lista de aquellas que tenían propiedades domésticas o medicinales.



Colden mantuvo correspondencia frecuente con  muchos botánicos y coleccionistas de su época, tanto norteamericanos como ingleses, lo que le permitió estar totalmente al tanto de los descubrimientos y hallazgos más recientes de su especialidad. Además, su contacto con los científicos contribuyó a que se volviese muy conocida en los círculos botánicos de América y de Europa. Las referencias existentes en los registros contemporáneos indican que era muy valorada por sus minuciosas descripciones y como recolectora de plantas y semillas. Jane Colden descubrió dos especies nuevas pero, como tantas veces en la historia de la ciencia, ambas especies fueron también descritas y nombradas por otros botánicos varones y ella no recibió crédito alguno por sus hallazgos.


A pesar de todas las barreras con que se enfrentó debido a su sexo, Jane Colden logró ser reconocida por el célebre botánico sueco. Una de sus numerosas descripciones de plantas fue incluida en la prestigiosa obra Species Plantarum, y por ello se convirtió en la única mujer entre naturalistas de todo el mundo que contribuyó a este gran trabajo. De hecho, la obra de esta notable estudiosa acabó siendo altamente valorada por importantes hombres de ciencia.

Entre 1753 a 1758, Jane Colden catalogó la flora de Nueva York, compilando especímenes e información en más de 300 especies de plantas del valle bajo del río Hudson Valley, clasificándolas de acuerdo al sistema de Linneo.  Resultaba tan perseverante que al escribir sobre una de sus especies, Clematis virginiana, afirmaba que ni siquiera Linneo se ha dado cuenta de que algunas plantas de Clematis sólo llevan flores masculinas, pero yo he observado esto con tal cuidado que no quedan dudas de ello.

Cuando Jane Colden contrajo matrimonio con William Farquhar en 1759 con 35 años. No hay evidencias de que continuase con sus actividades sobre botánica después de su boda. Murió a los 42 años, el 10 de marzo de 1766, después de dar a luz a su único hijo, que también falleció. Desafortunadamente, los escritos de Jane Colden que aún se conservan son muy escasos. No obstante, su manuscrito sobre la flora de Nueva York se encuentra hoy localizado en la colección del Museo Británico de Historia Natural, y parte de su correspondencia ha sido hallada en Edimburgo.



Toda esta información se ha obtenido de MUJERES CONCIENCIA en un maravilloso artículo de Carolina Martínez Pulido, Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por tanta información Raúl, aunque había leído sobre ella, pero muy poca información. Un besin y feliz día.

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