Jane
Colden
Considerada
la primera botánica estadounidense por Asa Gray en 1843.
Su
trabajo fue el único realizado por una mujer que está incluido en la obra
maestra de Linneo
Species Plantarum (1753).
Nacida
el 27 de Marzo de 1924 en Nueva York
Fallecida
el 10 de Marzo en Nueva York
Vida
y obra
Segunda
de diez hermanos en una familia acomodada de Nueva York, su padre era Cadwallader Colden, 1688-1776, médico formado en
la Universidad de Edimburgo. Debido que en aquellos tiempos no había escuelas
públicas donde vivían, de pequeña recibió una esmerada formación en casa, que
superó por mucho a la de la mayoría de las jóvenes de su tiempo, gracias esencialmente
al vigoroso estímulo de su padre. La rica biblioteca científica familiar
propició que leyese diversos trabajos, entre ellos los de Linneo que su
progenitor había traducido del latín al inglés, y que alcanzase así una
excelente formación.
Desde
muy joven mostró gran afición por la lectura y el aprendizaje. Aunque las
limitaciones propias de su época le impidieron viajar y emprender importantes
recolecciones, fue capaz de salvar la situación estudiando todos los libros de
botánica y jardinería que tenía a su alcance. Aunque sólo se internaba en los
bosques y campos de los alrededores cuando iba acompañada, se las ingenió para
que amigos y vecinos le trajesen todos los ejemplares vegetales de interés que
encontrasen, ampliando así su rica colección.
A principios de la década de 1740 y a lo largo de
más de veinte años, estudió minuciosamente la vegetación del territorio en que
vivía. En 1757, Jane Colden ya había descrito y dibujado cerca de 350 plantas
locales y era una experta en identificar y clasificar las especies vegetales
indígenas de Nueva York y alrededores. Con notable maestría plasmó su trabajo
en un precioso manuscrito sobre la flora de Nueva York, incluyendo cuidadosas
descripciones morfológicas tan detalladas y precisas que indicaban que sus
observaciones procedían de especímenes reales. Asimismo, fue capaz de idear
nombres comunes para muchas plantas y de elaborar una lista de aquellas que
tenían propiedades domésticas o medicinales.
Colden
mantuvo correspondencia frecuente con
muchos botánicos y coleccionistas de su época, tanto norteamericanos
como ingleses, lo que le permitió estar totalmente al tanto de los
descubrimientos y hallazgos más recientes de su especialidad. Además, su
contacto con los científicos contribuyó a que se volviese muy conocida en los
círculos botánicos de América y de Europa. Las referencias existentes en los
registros contemporáneos indican que era muy valorada por sus minuciosas
descripciones y como recolectora de plantas y semillas. Jane Colden descubrió
dos especies nuevas pero, como tantas veces en la historia de la ciencia, ambas
especies fueron también descritas y nombradas por otros botánicos varones y
ella no recibió crédito alguno por sus hallazgos.
A
pesar de todas las barreras con que se enfrentó debido a su sexo, Jane Colden
logró ser reconocida por el célebre botánico sueco. Una de sus numerosas
descripciones de plantas fue incluida en la prestigiosa obra Species Plantarum, y por ello se
convirtió en la única mujer entre naturalistas de todo el mundo que contribuyó
a este gran trabajo. De hecho, la obra de esta notable estudiosa acabó siendo
altamente valorada por importantes hombres de ciencia.
Entre
1753 a 1758, Jane Colden catalogó la flora de Nueva York, compilando
especímenes e información en más de 300 especies de plantas del valle bajo del
río Hudson Valley, clasificándolas de acuerdo al sistema de Linneo. Resultaba tan perseverante que al escribir
sobre una de sus especies, Clematis
virginiana, afirmaba que ni siquiera
Linneo se ha dado cuenta de que algunas plantas de Clematis sólo llevan flores
masculinas, pero yo he observado esto con tal cuidado que no quedan dudas de
ello.
Cuando
Jane Colden contrajo matrimonio con William Farquhar en 1759 con 35 años. No
hay evidencias de que continuase con sus actividades sobre botánica después de
su boda. Murió a los 42 años, el 10 de marzo de 1766, después de dar a luz a su
único hijo, que también falleció. Desafortunadamente, los escritos de Jane
Colden que aún se conservan son muy escasos. No obstante, su manuscrito sobre
la flora de Nueva York se encuentra hoy localizado en la colección del Museo
Británico de Historia Natural, y parte de su correspondencia ha sido hallada en
Edimburgo.
Toda
esta información se ha obtenido de MUJERES CONCIENCIA en un maravilloso
artículo de Carolina Martínez Pulido, Doctora en Biología y ha sido Profesora
Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad
prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer
y ciencia.
Muchas gracias por tanta información Raúl, aunque había leído sobre ella, pero muy poca información. Un besin y feliz día.
ResponderEliminarGracias Lola y me alegra saber que te ha interesado.
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