viernes, 3 de junio de 2016

Mainau, isla de las flores.



Su situación en el soleado sur de Alemania y protegida por la cordillera de los Alpes hace que se den las condiciones perfectas. La Isla de Mainau, en el Lago de Constanza, tiene la humedad y temperatura perfecta para convertirse cada primavera en un jardín repleto de flores y aves.

 

Entre sus principales atracciones se destacan la escalera italiana como una cascada de agua y flores, sus coníferas y secoyas gigantes y los jardines de frutas tropicales. Por ejemplo en mayo, más de 250 especies de rododendros y azaleas que deleitan al visitante en toda la isla.

 


De septiembre a octubre, la atracción principal son los jardines de dalias, nada menos que 20.000 plantas de 240 tipos diferentes. Tampoco la rosa podía faltar en tan idílico jardín, representada en más de 1.200 especies diferentes.

 

Entre los pocos edificios erigidos en la isla, destacan un castillo, un restaurante y una iglesia barroca, así como la Casa de las Mariposas y un invernadero de palmeras en el que crecen 30 especies diferentes.




En este invernadero conviven además papagayos, pavos y otras aves exóticas, rodeadas de cítricos propios de climas más cálidos. También existe una colección de orquídeas con más de 3.000 plantas.

 

Una parada obligada para el visitante, pese a las duras condiciones ambientales de 26° C y 80 % humedad es sin duda la Casa de las Mariposas. Es la mayor construcción de este tipo en Alemania con 25 tipos diferentes de mariposas procedentes de África, Asia y América del sur.



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