Su
situación en el soleado sur de Alemania y protegida por la cordillera de los
Alpes hace que se den las condiciones perfectas. La Isla de Mainau, en el Lago
de Constanza, tiene la humedad y temperatura perfecta para convertirse cada
primavera en un jardín repleto de flores y aves.
Entre
sus principales atracciones se destacan la escalera italiana como una cascada
de agua y flores, sus coníferas y secoyas gigantes y los jardines de frutas
tropicales. Por ejemplo en mayo, más de 250 especies de rododendros y azaleas
que deleitan al visitante en toda la isla.
De
septiembre a octubre, la atracción principal son los jardines de dalias, nada
menos que 20.000 plantas de 240 tipos diferentes. Tampoco la rosa podía faltar
en tan idílico jardín, representada en más de 1.200 especies diferentes.
Entre
los pocos edificios erigidos en la isla, destacan un castillo, un restaurante y
una iglesia barroca, así como la Casa de las Mariposas y un invernadero de
palmeras en el que crecen 30 especies diferentes.
En
este invernadero conviven además papagayos, pavos y otras aves exóticas,
rodeadas de cítricos propios de climas más cálidos. También existe una
colección de orquídeas con más de 3.000 plantas.
Una
parada obligada para el visitante, pese a las duras condiciones ambientales de
26° C y 80 % humedad es sin duda la Casa de las Mariposas. Es la mayor
construcción de este tipo en Alemania con 25 tipos diferentes de mariposas
procedentes de África, Asia y América del sur.
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