domingo, 26 de julio de 2015

Rhododendron luteum

Rhododendron luteum (L.)Sweet


· Nombres comunes: rododendro amarilla, azalea madreselva
· Sinónimos más frecuentes: Azalea pontica L., Rhododrendron flavum G.Don.
· Familia: Ericáceas
· Origen geográfico: sudeste de Europa y sudoeste de Asia
· Planta: arbusto caducifolio muy vigoroso, cuyas hojas proporcionan tonalidades atractivas rojas o amarillas en otoño, de porte erguido y redondeado, de hasta 3 m de altura, raramente 4 m; en maceta su tamaño ronda el metro de altura. Tallo densamente ramificado, con ramillas jóvenes glanduloso-pelosas
· Hojas: de linear-oblongas a oblanceoladas, cuneadas en la base, de bordes ciliado-serrulado, de 5-15 x 3,5 cm, pelosas en los bordes y en el nervio medio, sin pelos en el resto; pecíolo peloso, de hasta 6 mm de longitud
· Flores: inflorescencias en racimos umbeliformes, terminales y hojosos, de 6-12 flores muy olorosas, sobre pedicelos glandulosos, no pelosos; cáliz con 5 lóbulos glandulosos; corola infundibuliforme, con estrecho tubo cilíndrico, de 4-5 cm de diámetro, de color amarillo, glandulosa y viscosa por la parte de fuera; 5 estambres salientes, pelosos por la base; ovario glanduloso-peloso; estilo peloso en la base
· Floración: en primavera, a la vez o poco antes de la aparición de las hojas
· Fruto: cápsula de 15-25 mm de longitud. No fructifica en interior
· Semillas: Numerosas y pequeñas
· Longevidad: rara vez más de una semana en casa. De 3-7 años, en una galería
· Temperatura: para que la floración sea duradera mantener las macetas en ambientes frescos, 8-12 ºC; en habitaciones con temperaturas superiores a 21 ºC rápidamente se pierden tanto las flores como las hojas.
· Exposición: durante el período de floración gusta de luz intensa, aunque no del sol directo; fuera de la época de floración prefiere luz de intensidad media
· Suelo y sustrato: mezcla de cultivo a base de mezcla ácida, pH 5-5,5, formada por una parte de mantillo orgánico no calcáreo, dos de turba y una de arena; o bien, cultivarse en turba pura
· Abonado: entre mediados de la primavera y finales del verano hay que abonar con preparado líquido especial para azaleas quincenalmente. Tener en cuenta las necesidades de hierro y manganeso para evitar problemas de clorosis, mediante quelatos a razón de 3-4 ppm en el agua de riego
· Humedad ambiente: elevada; para ello hay que mantener el sustrato húmedo, situando debajo de la maceta una manta porosa higroscópica y si se toma la opción de colocar un plato lleno de cascajos húmedos se debe realizar bien, ya que un mal uso provoca la asfixia radicular
· Riego: al igual que la mayoría de las azaleas, esta especie sufre con el calcio, por lo que tanto el agua de riego como el sustrato han de estar exentos de este elemento, se puede utilizar algún producto ácido, como puede ser vinagre o limón, para acidificar el agua. Añadir unas cuantas gotas al agua de riego, o bien, utilizar un sistema de obtención de agua descalcificada a través de osmosis inversa. Resulta un sistema caro aunque el más recomendado en caso de poseer muchas plantas que prefieren suelos ácidos

· Propagación: mediante esqueje
· Plagas y enfermedades más frecuentes: los cicadélidos de las azaleas y la cochinilla viven sobre las hojas, alimentándose de la linfa. Diversas especies de arácnidos envuelven las hojas jóvenes con hilos sedosos. Está sometida además a podredumbre radical
· Otras recomendaciones: finalizada la floración, la planta debe de situarse al aire libre en un emplazamiento fresco y semisombreado manteniendo húmedo el sustrato. Al llegar los primeros fríos debe de situarse en el interior de la casa, aunque en habitaciones poco calientes. Trasplantar cada 2-3 años una vez finalizada la floración

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