El flechazo de
un Valentín sin puntería
De toda la vida
he pensado que creer en el amor y estar enamorado del amor es la hostia. Disculpad
tan mal sonante palabra, pero así de incuestionable era mi razonamiento, de
hecho, creo que antes de sentir por la persona ya había creado una historia
maravillosa de un tono rosa chicle aunque insistiera en llamarlo turquesa
y así me fue por una temporada,..."el
amor puede que llame a tu puerta pero no espera".
Después hice
desconfiado a mi corazón y el tan venerado Cupido fue encarcelado y olvidado,
ya que tal angelito regordete que con las flechas de su arco nos tenía
enamorados era todo un engaño. Y ahora en breve os hago un retrato de este
Cupido que nos tiene tan mal informado.
La versión más
extendida es que Cupido conocido como Eros es hijo de Afrodita la diosa del
Amor y de Ares el dios de la Guerra. Nació en Chipre, como su madre, quien tuvo que esconderle en los bosques y dejar que fuera amamantado por fieras que sólo con él eran piadosas. Afrodita no osaba tenerle consigo, temiendo la severidad de Zeus, quien, previendo todo el mal que el niño haría al universo, pretendía fulminarlo al nacer. El Destino, sin embargo, permitió que Cupido se mantuviera a salvo. Se formó hermoso como su madre, y audaz como su padre, e incapaz de ser guiado por la razón, a la manera de sus selváticas nodrizas. En el bosque fabricó un arco con madera de fresno, y flechas de ciprés. Tiempo después, su madre le regaló un arco y flechas de oro. Las flechas eran de dos especies, unas tenían punta de oro, para conceder el amor, mientras que otras la tenían de plomo, para sembrar el olvido y la ingratitud en los corazones.
Vamos, toda una
monada el angelito, por eso me decante por San Valentín. Un tío de principios de
los pies a la cabeza. Según cuentan las historias cristianas que siempre tienen
algo de mágico que le hace al cuento mucho más entretenido.
San Valentín casaba a soldados con sus damas en las bodegas de las cárceles del Imperio Romano en los tiempos que el cristianismo fue prohibido por Marco Aurelio Valerio Claudio Gótico, ya que consideraba que los hombres casados eran malos guerreros, así que enterado de los votos matrimoniales que realizaba el santo, mandó capturarlo y traerlo frente a él para que se excusara. Al parecer no tenía más intención que solo reprenderlo y expulsarlo del país pero por influencia de otros altos funcionarios mandó decapitarlo. Ahora empieza la fábula que tanto nos mola. Los días que estuvo esperando en prisión para su ejecución vió que la hija del juez de la prisión era ciega, él por medio de oraciones pidió a Dios que la joven tuviera la dicha de poder ver. Durante su traslado a la plaza pública para su ejecución San Valentín le regaló un papelillo a la joven para que lo leyera. Ella sin entender el motivo ya que era ciega, abrió el papel y por primera vez logró ver y lo primero que vió era una frase que decía «Tú Valentín» como forma de despedida. ¡¡¡VIVA EL ROSA!!!
Por ello,
Valentín captó en su momento toda mi atención y lo respeto a día de hoy, pero
los años me han enseñado una cosa muy importante que obsesionarse del amor es
una enfermedad, decir te quiero sin acuse de recibo es tan vacío como un agujero
y que por decir mil veces te quiero en breve periodo de tiempo no te hace una
persona mejor hacia tu pareja.
El amor abarca
mucho, de hecho es inmenso, yo quiero y amo a mi pareja, a mi hija y familia,
amigos y enemigos, a la humanidad preocupada y a la indiferente, a la que se
llena los bolsillos y a los que se los vacía altruistamente. El amor es infinito pero debemos de volver a
creer en las personas, sino a VALENTIN se le acabará la puntería.
OS QUEREMOS
PLANTUKIS
Ooooooh!!!! Me he enamorado de PLANTUKIS hace tiempo ya que sus productos y actividades me tienen loca de amor...
ResponderEliminarHay!!! me encantan estas historias ,gracias por hacernos soñar.
Espero que jamas de querer, creer y enamorarte de Plantukis y que Plantukis nunca deje de sorprenderos. Un beso grande mi apreciada amiga
EliminarMuy bonito Raúl. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Teresa. Un besote
EliminarMe ha encantado este post, con las historias de Cupido y San Valentin, ya sabes que este tipo de leyendas o historias me chiflan. Lo que me ha gustado más es conocerte algo más al mostrarnos tu cariño y gran sensibilidad.
ResponderEliminarMuchos besetes, Raúl
Un besito mi amigo. Con cariño, deseandote lo mejor siempre
ResponderEliminarCuanto tiempo sin saber de ti Beatriz, se te echa de menos. Mil gracias de corazón
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