jueves, 27 de junio de 2019

GUERRA DE FLORES EN MI JARDÍN


Como un buen día dije uno que presume de ser buen jardinero, se le olvida regar las amistades y todos sabemos que es preciso cuidarlas para que nos muestre todo lo que lleva dentro, nuestro apreciado colaborador Paco Arenas que ante la adversidad pudo sacar a ese genio que siempre se veía que tenía dentro de todas sus palabras. haciendo con sus publicaciones un espacio que nos regala escritos y libros que podéis ver si pincháis en el siguiente enlace PACO ARENAS. Y ahora, a disfrutar de este gran escritor que nos regala sus palabras y sus flores de jardín.



GUERRA DE FLORES,
EN MI JARDÍN

El lío se puede liar, hay paz tensa entre el rojo clavel y las moradas lilas, pretende mediar el amarillo limón, y entre las dos se coloca, fácil no lo tiene porque la rosa roja hace valer su mayor tamaño para imponer su voluntad y dejarse acompañar por el rojo clavel a su lado y las lilas y violetas al otro, de la mano o en la mano del limón.

La margarita, también amarilla, aspira a ser la estrella, pero se quedó pequeña. El jazmín chino, quiere ser grande como el ciprés, tal vez por ello, se enreda con él y tal vez, algo más, que yo no lo sé.

Los geranios, díscolos y caprichosos son, no se ponen de acuerdo ni en el color de la flor.



La hierbabuena, la hierbaluisa, la menta y el orégano no tienen ese problema, lo suyo no es la vistosidad ni mucho menos el presumir de vestidos coloristas, prefieren con discreción dar aroma al jardín y no sobresalir, como le ocurre al jazmín o al galán de noche. La cala muestra su compostura y la buganvilla, que sabe que es la más efímera flor, generosa multiplica sus encantos.



Presume la manzanilla, que tiene aroma y sabor, y dice, cual escudero del Lazarillo, de tener muchas propiedades, tal vez en Castilla La Vieja.



El jazmín espera a junio y la madreselva del vecino, aprovecha la ocasión para decorar de blanco la divisoria.

Entre la tomatera, el pimiento, la guindilla y el pimiento de Padrón, que unas veces pica y otras no, hacen su propia guerra, para ver cuál será más colorado, y es lo que siempre ha habido entre los rojos, mucha fuerza desperdiciada y más división, razón por la cual todos terminan en la ensalada o la sartén.



El espliego y el romero prefieren observar y callar, y cuando claveles, rosas, geranios, lilas y violetas, se marchiten, entonces solo entonces mostrarán su flor y su aroma, porque al final, no siempre quien calla otorga y tiene la última palabra.










4 comentarios:

  1. Muchas gracias Raúl por tus palabras. Nunca es tarde si la dicha es buena, seguiremos adelante regando de vez en cuando nuestra amistad. Un abrazo.

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    1. Exactamente Paco, para que siempre este viva y sana. Y sinceramente con ganas de compartir más escritos tuyos por aquí. Un abrazo

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  2. Amigo Raúl, me encantan esas palabras tan bellas y poéticas de "guerra de flores en mi jardín" una muy bella reflexión acertada y precisa.
    Un fuerte abrazo amigo mio.

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    1. Gracias Juan y estoy convencido que Paco es una persona que te encantaria. Te recomiendo que leas alguno de sus libros. Un abrazo

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